Un convoy de vehículos con motores de combustión interna avanza por las rutas de Europa portando un mensaje que incomoda a algunos, pero ilusiona a muchos: los biocombustibles son la solución viable más inmediata para la descarbonización del transporte. El Tour d’Europe, una gira que atraviesa 23 países durante tres meses, busca romper con la idea de que solo existe el camino de la electrificación para alcanzar la movilidad sostenible. Y, en ese intento, pone sobre la mesa un principio que puede cambiarlo todo: la neutralidad tecnológica.
Un tour que desafía ideas preconcebidas
Iniciado el pasado 25 de marzo, el Tour d’Europe recorre desde España hasta Finlandia, y desde Irlanda hasta Hungría. Camiones y autos impulsados con biocombustibles, líquidos y gaseosos, van parando en ciudades clave para mostrar que esta alternativa ya es una realidad palpable en muchas estaciones de servicio de Europa. Y no solo eso: demuestran que puede integrarse al parque vehicular existente sin necesidad de grandes inversiones en infraestructura ni de esperar tecnologías futuras.
Este tour es más que una caravana: es una intervención estratégica. En cada ciudad que visita, se celebran eventos, foros y diálogos con legisladores, técnicos, empresas y ciudadanos. Se trata de un esfuerzo coordinado por múltiples actores de la cadena de valor energética para revalorizar un recurso disponible, eficaz y, sobre todo, subutilizado.
¿Qué es la neutralidad tecnológica y por qué debería importarnos?
La neutralidad tecnológica es un principio que defiende el derecho a usar cualquier tecnología disponible siempre que cumpla con el objetivo buscado, en este caso, reducir emisiones de gases de efecto invernadero (GEI). En otras palabras: no se trata de cómo se logra, sino de que se logre. ¿Por qué entonces dejar fuera de la conversación a soluciones que ya funcionan?
Hoy, muchas políticas climáticas, especialmente en la Unión Europea, tienden a privilegiar exclusivamente la electrificación del transporte. Si bien los autos eléctricos tienen un papel relevante, la descarbonización efectiva y rápida exige una canasta diversa de soluciones, donde los biocombustibles pueden ofrecer reducciones de hasta un 90% en comparación con los combustibles fósiles, sin esperar al recambio total del parque automotor.
Los datos que respaldan la propuesta
Uno de los grandes aportes del Tour d’Europe es la verificación en tiempo real del impacto ambiental de estos combustibles. Cada vehículo está equipado con el sistema Digital Fuel Twin (DFT), una herramienta que permite rastrear el tipo de combustible utilizado y calcular con precisión la reducción de emisiones lograda. Al finalizar el recorrido, el 23 de junio en Bruselas, se presentará un informe técnico con los resultados obtenidos, validando el rendimiento ambiental de estos combustibles durante toda la travesía.
Este seguimiento detallado es fundamental para desmitificar muchas ideas preconcebidas y demostrar que las emisiones cero en la fase de uso no son exclusivas de los vehículos eléctricos. De hecho, cuando los biocombustibles se producen a partir de residuos agrícolas, aceites usados o cultivos sostenibles, el carbono emitido al quemarlos equivale al que fue capturado durante su crecimiento o proceso de origen. Es decir: emisiones neutras.
Madrid: la primera parada institucional y una fuerte declaración política
La primera escala institucional fue en Madrid, donde se celebró el evento “Combustibles Renovables para Descarbonizar la Movilidad”, organizado por la Plataforma para los Combustibles Renovables. Allí, representantes del Parlamento Europeo, del Ministerio de Transportes, de la Comunidad de Madrid y de empresas como Bosch, Repsol, Iveco y Moeve, coincidieron en un mensaje claro: no hay transición energética sin opciones múltiples.
Carlos Novillo, consejero de Medio Ambiente de la Comunidad de Madrid, fue tajante: “Las políticas dogmáticas que imponen plazos inasumibles hacen dependientes a nuestras industrias. Necesitamos usar todas las oportunidades que la ciencia y la tecnología nos dan para una transición ordenada y realista”.
Por su parte, Ricardo Olalla, vicepresidente de ventas de Bosch España, remarcó que este tour es “una prueba práctica de que los biocombustibles funcionan, son verificables y pueden reducir hasta un 90% las emisiones en todo tipo de vehículos”.
Una plataforma que une a toda la cadena de valor
La Plataforma para los Combustibles Renovables ha sido clave en el impulso de esta iniciativa. Conformada por más de 30 entidades que representan a más de 348.700 empresas —desde pymes hasta grandes corporaciones—, esta organización defiende el uso de combustibles líquidos sostenibles dentro de las políticas energéticas y de movilidad, siempre desde el respeto a la neutralidad tecnológica.
Sus integrantes generan más de 5,9 millones de puestos de trabajo (entre directos e indirectos), lo que deja en claro que apostar por los biocombusitbles no solo es una decisión ambiental, sino también económica e industrial.
Bruselas en la mira: un llamado a repensar la estrategia europea
La llegada del Tour d’Europe a Bruselas será más que simbólica. Allí, frente al Parlamento Europeo, se exhibirán los vehículos participantes y se presentará el informe que resume el impacto de la gira. Pero más importante aún será el mensaje político: la UE necesita revisar su estrategia si quiere cumplir con su compromiso de neutralidad climática en 2050.
Luis Cabra, presidente de FuelsEurope, fue claro al respecto: “Bruselas debe tomar en cuenta el potencial de los biocombustibles. La cadena de valor está siendo desincentivada por regulaciones contradictorias. Y sin inversión en refinerías no habrá escala ni eficiencia”.
Además, recordó que España cuenta con algunas de las refinerías más competitivas de Europa, gracias a inversiones millonarias. “Tenemos la capacidad instalada. Lo que falta es el reconocimiento político”, enfatizó.
Una iniciativa con respaldo de toda la cadena de valor
Las empresas, asociaciones e instituciones que participan en el proyecto son AVIA, BMW, Bosch, Collective du Bioéthanol, DAF Trucks, Daimler Truck, EBB, Enilive, EWABA, Eurogas, ePURE, Ford Trucks/TJA, FuelsEurope, Hyundai, Iveco, IRU, Moeve, PRIO, Repsol, la Universidad de Darmstadt, la Universidad de Karlsruhe, VDA, VW y Neste.
¿Y si el futuro del transporte ya estuviera en marcha?
El Tour d’Europe nos obliga a repensar el enfoque actual. Tal vez no haya una sola solución perfecta, pero sí muchas buenas opciones que, combinadas, pueden acercarnos al objetivo común: un transporte descarbonizado, eficiente y accesible.
En un contexto global donde la urgencia climática no da respiro, cada año cuenta. Y los biocombustibles —esos que ya están disponibles, que ya funcionan y que ya reducen emisiones— se presentan como una herramienta lista para ser usada. No sustituye a otras tecnologías, pero sí complementa. Y en la transición energética, la suma de partes puede ser más poderosa que la fe ciega en un único camino.
El mensaje del Tour d’Europe es claro: descarbonizar sí, pero sin dogmas.